El Vaticano ha dado un paso más en el reconocimiento de las parejas homosexuales, al admitir por
primera vez que se pueda bendecir a estas uniones. Sin embargo, la Iglesia Católica mantiene su
oposición a reconocer los matrimonios homosexuales, al considerarlos contrarios a su doctrina.


La decisión, que se recoge en una Declaración Doctrinal publicada este lunes por el Dicasterio para
la Doctrina de la Fe, recuerda que la bendición es un gesto de «caridad pastoral» que puede
extenderse a nuevos destinatarios. Sin embargo, aclara que no debe equipararse al matrimonio,
que la Iglesia sigue considerando una unión «indisoluble entre un hombre y una mujer».


En concreto, la Declaración señala que las bendiciones a parejas homosexuales deben realizarse
«sin que este gesto de proximidad pastoral contenga elementos ni remotamente parecidos a un
rito matrimonial». Además, subraya que «son inadmisibles ritos y oraciones que puedan crear
confusión entre lo que es constitutivo del matrimonio».


La decisión del Vaticano ha sido recibida con reacciones dispares. Las organizaciones que
defienden los derechos de los homosexuales la han celebrado como un avance, aunque han
criticado que la Iglesia siga sin reconocer sus matrimonios. Por su parte, los sectores más
conservadores de la Iglesia han expresado su rechazo a la medida, tachándola de «contraria a la
doctrina».


Pequeños pasos sin grandes cambios, la decisión del Vaticano supone un pequeño paso adelante en el reconocimiento de las parejas homosexuales, pero no supone un cambio radical en la posición de la Iglesia Católica. El papa Francisco ha realizado algunos gestos de apertura hacia este colectivo, pero ha mantenido su postura tradicional sobre el matrimonio.


A día de hoy, 67 países aún penalizan las relaciones homosexuales y en 11 de ellos se castiga con la
pena de muerte.