El presidente Bernardo Arévalo cumplió su promesa de campaña al presentar la Comisión Nacional contra la Corrupción, un paso significativo en la lucha contra la corrupción en el país. La comisión está compuesta por seis funcionarios gubernamentales y seis miembros de la sociedad civil, pueblos indígenas y el sector privado. Su objetivo es identificar y desarticular los «patrones» de corrupción, así como elaborar propuestas de reformas institucionales y legales anticorrupción.

El director ejecutivo de la comisión, Santiago Palomo, destacó la importancia de este paso en la lucha contra la corrupción, señalando que la corrupción ha sido una regla en la vida política del país durante mucho tiempo. Si bien la comisión no investigará casos de corrupción directamente, tendrá la facultad de presentar denuncias a la Fiscalía.

Es importante destacar que el presidente Arévalo ha enfrentado desafíos, incluido el hostigamiento de la Fiscalía, que él ha calificado como un intento de «golpe de Estado». Además, existe controversia en torno a la figura de Consuelo Porras, quien dirige la Fiscalía y ha sido considerada «corrupta» por Estados Unidos.

Guatemala se encuentra en una posición desfavorable en el ranking de corrupción a nivel internacional y enfrenta altos índices de pobreza. El presidente Arévalo enfatizó que esta comisión es un paso crucial para liberar al país y a sus instituciones de las garras de la corrupción que han obstaculizado su desarrollo y mantenido a una gran parte de la población en condiciones de pobreza.