El presidente saliente de Argentina, Alberto Fernández, y el electo, el ultraderechista Javier Milei, se reunieron este martes por primera vez en la residencia presidencial de Olivos para dar inicio a la transición de gobierno.

El encuentro, que duró más de dos horas, se calificó como «institucional» y «respetuoso», pero también se pudo observar la tensión entre ambos dirigentes, que representan a polos opuestos del espectro político.

Fernández y Milei abordaron temas como la economía, la seguridad y la política exterior. También discutieron sobre el Presupuesto 2024, que el gobierno saliente deberá presentar al Congreso antes de fin de año.

Milei, que ha prometido una serie de medidas económicas de shock, como la dolarización de la economía y la privatización de empresas públicas, ha expresado su intención de contar con el apoyo del oficialismo para aprobar su plan de gobierno.

Sin embargo, Fernández ha dejado claro que no está dispuesto a apoyar medidas que, en su opinión, podrían perjudicar a los sectores más vulnerables de la población.

Reacción positiva de los mercados

La reunión entre Fernández y Milei tuvo una reacción positiva en los mercados financieros, que abrieron en verde este martes.

Las acciones argentinas subieron más de 20%, mientras que el índice de riesgo país bajó de 2.411 puntos básicos a 2.198.

Los analistas atribuyen esta reacción a las promesas económicas de Milei, que han generado expectativas de un cambio en la política económica del país.

Privatizaciones y recortes en el gabinete

Milei, que ha prometido un gobierno «austero», ha anunciado que recortará el número de ministerios de 20 a 8.

También ha dicho que planea privatizar empresas públicas, como la petrolera YPF, medios de comunicación estatales y otras entidades.

Sin embargo, es probable que estas medidas encuentren resistencia en el Congreso, donde Milei no cuenta con mayoría.