Cerca de la mitad de los armenios residentes en Nagorno Karabaj han huido por temor a represalias de Azerbaiyán, según ha confirmado el gobierno de Ereván. La cifra supera ya las 50.000 personas, que han cruzado la frontera hacia Armenia en los últimos días.

«Tras cruzar el paso de Jordinzor, los ciudadanos son registrados en centros especiales en Goris o Vaik», ha explicado el gobierno de Armenia en un comunicado. «4.000 personas han necesitado la ayuda gubernamental para ser acogidos en hoteles, albergues u otros edificios mientras que el resto se está alojando en casas de familiares o amigos».

La ONU ha pedido a Azerbaiyán que garantice la seguridad de las personas que siguen residiendo en Nagorno Karabaj, muchas de las cuales están heridas. «Azerbaiyán debe asegurar que las vidas de civiles, detenidos y combatientes armenios son respetadas y debe investigar las sospechas de violaciones de derechos reportadas durante la última ofensiva», ha argumentado el relator de la ONU, Morris Tidball-Binz.

En la misma línea se ha manifestado la Unión Europea, que además de exigir a Azerbaiyán que garantice el acceso de ayuda internacional a Nagorno Karabaj ha pedido que no se utilice la operación militar para recuperar el territorio como una excusa «para forzar a marcharse al exilio a los ciudadanos de Nagorno Karabaj».

Esta misma mañana ha sido detenido en la frontera Ruben Vardanyan, exprimer ministro de Nagorno Karabaj, cuando intentaba marcharse a Armenia. Vardanyan ha sido trasladado a Bakú acusado de intentar abandonar Azerbaiyán de modo ilegal.

La situación en Nagorno Karabaj también se ha convertido en uno de los temas con los que están cruzando mensajes Rusia y Estados Unidos, sobre todo después de que Washington haya alertado de la violencia ejercida contra los armenios de ese territorio. La portavoz del Kremlin, María Zajarova, ha acusado este miércoles a Estados Unidos de intentar influir para acercar a Armenia a los intereses de la OTAN.

Detalles de la huida

Según el gobierno de Armenia, la mayoría de las personas que han huido de Nagorno Karabaj son mujeres, niños y ancianos. Muchos de ellos han salido con lo puesto, dejando atrás sus hogares y pertenencias.

El éxodo se ha producido de forma masiva en los últimos días, a medida que se ha ido consolidando el control de Azerbaiyán sobre Nagorno Karabaj. La ONU ha advertido de que la situación podría empeorar si no se toman medidas para proteger a los civiles.

Reacciones internacionales

La huida de los armenios de Nagorno Karabaj ha sido condenada por la comunidad internacional. La ONU, la UE y Estados Unidos han pedido a Azerbaiyán que garantice la seguridad de los civiles que siguen en el territorio.

Rusia, que tiene una base militar en Armenia, ha expresado su preocupación por la situación y ha llamado a todas las partes a evitar la violencia.

Impacto humanitario

La huida de los armenios de Nagorno Karabaj es un nuevo capítulo en el conflicto que enfrenta a Armenia y Azerbaiyán por el control de ese territorio. El éxodo ha causado una crisis humanitaria, con miles de personas desplazadas y necesitadas de ayuda.