Las autoridades de Guatemala temen que la disputa entre los cárteles de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el de Sinaloa por el control de municipios en Chiapas se extienda a su territorio.

El ministro de Gobernación de Guatemala, David Napoleón Barrientos, afirmó que existe preocupación por la violencia que se vive del lado mexicano, que podría provocar desplazamientos internos o desde Chiapas.

«Hasta hoy no tenemos registros de enfrentamientos ni de violencia relacionados con la pugna entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa, pero el riesgo de los poblados guatemaltecos es latente porque en San Marcos hay siembra de amapola; es una región clave y de mucha atracción para los cárteles mexicanos», dijo.

En respuesta a estas amenazas, el Ejército guatemalteco movilizó a dos mil elementos, entre ellos dos cuerpos de élite, las brigadas de Operaciones para Montaña y la de Paracaidistas, para realizar patrullajes e instalar puestos de control en los pasos formales e informales de la frontera.

El despliegue militar está acompañado de una fuerza de la Policía Nacional Civil que está al mando de la quinta viceministra de Antinarcóticos, Dana Barillas, y el subdirector general de Análisis de Información Antinarcótica de la PNC, Helver Beltetón.

El Triángulo Dorado de la Amapola, zona que comprende los municipios de Tacaná, Tajumulco e Inxchiguán, en el departamento de San Marcos, es una región clave para la producción de amapola, de la que se saca la goma de opio con la que se fabrica la heroína.

De acuerdo con información de la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA), la siembra y cosecha de amapola en esa zona es la única opción económica para decenas de familias que procesan la planta para venderla a los cárteles mexicanos como opio crudo.

El gobierno de Guatemala ha intensificado las acciones para combatir el narcotráfico y la violencia en los últimos meses, pero la situación en el Triángulo Dorado de la Amapola sigue siendo un desafío.