Washington reafirma así su apoyo a Filipinas ante el aumento de las tensiones con China en la región a raíz de un incidente entre buques de ambas naciones.

El Departamento de Estado de EE.UU. ha instado este sábado a Pekín a poner fin a su «conducta provocadora e insegura» en el disputado mar de la China Meridional, a raíz del incidente ocurrido el pasado 23 de abril en el que se vieron involucrados buques de las Guardias Costeras de China y de Filipinas.

«EE.UU. está con Filipinas frente a las continuas infracciones de la libertad de navegación en el mar de la China Meridional por parte de la Guardia Costera de la República Popular China. Las imágenes y los videos publicados recientemente en los medios son un duro recordatorio del acoso y de la intimidación a buques filipinos por parte de la RPC cuando realizan patrullas rutinarias dentro de su zona económica exclusiva», reza el comunicado.

En esta línea, el organismo norteamericano sostiene que seguirán monitoreando de cerca las actividades de China en la región, al tiempo que reafirma su llamamiento al «orden marítimo internacional basado en reglas«.

El Departamento de Estado recordó que un ataque armado en el Pacífico, incluido el mar en cuestión, contra las fuerzas filipinas, barcos públicos o aeronaves de este país, traería consigo la activación de los compromisos de defensa mutuos, según lo estipula el artículo 4 del Tratado firmado en 1951 entre Washington y Manila.

Dicho artículo establece que cualquier ataque en el Pacífico contra EE.UU. o Filipinas conllevaría a acciones «en conformidad con los procesos constitucionales» de ambas naciones. 

La advertencia de EE.UU. a China tiene lugar en vísperas del encuentro entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo filipino, Ferdinand Marcos Jr., previsto para el 1 de mayo en Washington. Entre otros temas, los mandatarios se centrarán en la coordinación de esfuerzos para «mantener el derecho internacional y promover un Indo-Pacífico libre y abierto«.

Cruce de acusaciones

El incidente del pasado 23 de abril tuvo lugar en la zona de las disputadas islas Spratly, donde Pekín ya ha levantado islotes artificiales y bases militares. Desde Filipinas denunciaron que las embarcaciones chinas realizaron «maniobras peligrosas» dentro de su zona económica exclusiva.

Mientras, la Cancillería del gigante asiático explicó que los buques de la Guardia Costera filipina entraron en sus aguas territoriales, por lo que se tomaron medidas para salvaguardar la soberanía china.

Este último episodio de tensión se registra en medio de la intensificación de la presencia de la Guardia Costera filipina en el mar en disputa, lo que incluye el despliegue de embarcaciones adicionales y más sobrevuelos en la zona, con el argumento de que todo ello se hace para proteger el territorio marítimo y a los pescadores del país. Esa práctica se anunció poco después de la firma de un acuerdo de defensa con EE.UU., por medio del cual Washington obtuvo acceso a cuatro bases militares adicionales en territorio filipino.

  • Manila sería fundamental para EE.UU. a la hora de disuadir y responder a un eventual ataque de Pekín contra Taiwán, ya que Filipinas es, de entre sus otros aliados en el Indo-Pacífico (Australia, Corea del Sur, Japón y Tailandia) el más cercano a la isla. 
  • El mar de la China Meridional ha sido una fuente constante de tensión durante años y es objeto de reclamaciones territoriales y marítimas por parte de varios países: China, Vietnam, Filipinas, Malasia, Indonesia y Brunéi. Se estima que a través de este mar, que cuenta con abundantes recursos de hidrocarburos y pesca, transitan unos tres billones de dólares anuales en comercio marítimo.

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