«Es difícil pensar en una evacuación que pueda compararse a esta en escala, alcance y complejidad», señaló una analista.

La administración estadounidense está considerando la posibilidad de realizar una evacuación masiva de sus ciudadanos en Oriente Medio en caso de que el conflicto palestino-israelí se agrave aún más, informó The Washington Post este lunes, refiriéndose a cuatro funcionarios familiarizados con los planes de contingencia del Gobierno de EE.UU.

La necesidad de preparar un esquema de este tipo surgió tras el anuncio por parte de Israel de que realizaría un operativo terrestre contra la infraestructura del movimiento Hamás. Según las fuentes, que pidieron conservar su anonimato, en esta situación los ciudadanos de EE.UU. que viven en el Israel y en el Líbano provocan preocupación. Sin embargo, sostuvieron que este mecanismo se implementaría solo en el peor escenario de los acontecimientos. «Sería irresponsable no tener un plan para todo», señaló uno de los informantes.

De acuerdo con las estimaciones del Departamento de Estado, para el 7 de octubre, cuando Hamás lanzó un ataque masivo contra el territorio israelí, alrededor de 600.000 de estadounidenses estaban en el país, mientras que en el Líbano se encontraban 86.000 ciudadanos de EE.UU.

La preocupación con respecto al Líbano principalmente procede de la organización chií Hezbolá, que tiene mayoría en el Parlamento libanés y recibe tanto armamento como entrenamiento desde Irán, indica WP. Todo eso crea inquietud en torno a la escalada de la guerra, lo que hace temer que se abra un segundo frente al norte de Israel y se dispersen las fuerzas. «Esto se ha convertido en un verdadero problema», dijo un funcionario anónimo. «La Administración está muy muy muy preocupada por que esto se le vaya de las manos», agregó.

Además, el brote alarmante de las manifestaciones propalestinas en todo el mundo también inquieta a las autoridades de EE.UU., ya que expone tanto al personal como a los ciudadanos a un mayor peligro. En la propia capital de la potencia occidental, Washington, cientos de protestantes irrumpieron el 18 de octubre en el edificio Cannon House del Capitolio para exigir el cese el fuego en Gaza, que ya se ha cobrado miles de vidas en menos de dos semanas.

En este contexto, la semana pasada EE.UU. emitió una alerta mundial de viaje, que fue adoptada «debido al aumento de las tensiones en varios lugares del mundo, el potencial de ataques terroristas, manifestaciones o acciones violentas contra ciudadanos e intereses estadounidenses». Asimismo, la Embajada de EE.UU. en Turquía anunció el cierre de su consulado en la ciudad de Adana, situada en el sudeste del país, por las preocupaciones generadas por la intensificación de las protestas relacionadas con la escalada del conflicto palestino-israelí.

«Con 600.000 estadounidenses en Israel y amenazas a otros estadounidenses en toda la región, es difícil pensar en una evacuación que pueda compararse a esta en escala, alcance y complejidad«, expresó Suzanne Maloney, directora de Política Exterior en la Institución Brookings. «El tipo de advertencias que el Departamento de Estado ha publicado últimamente han sido bastante contundentes«, añadió.

Por su parte, los secretarios de Estado y de Defensa de EE.UU., Antony Blinken y Lloyd Austin, respectivamente, afirmaron que aunque EE.UU. estima que la guerra se intensificará, la administración de Biden está preparada para responder si sus fuerzas armadas o su personal se convierten en blanco de cualquiera de las hostilidades.