Un convoy de 20 camiones con suministros vitales para la población de Gaza entró en el enclave el sábado, el primero desde el inicio de las hostilidades hace dos semanas.

El convoy, que atravesó el paso fronterizo de Rafah con Egipto, incluye suministros proporcionados por la Media Luna Roja egipcia y la ONU.

La entrega se produce tras días de negociaciones con todas las partes implicadas para garantizar que la operación de ayuda se reanuda lo antes posible y con las condiciones adecuadas.

El paso fronterizo de Rafah es el único abierto con Gaza, y cientos de camiones han estado esperando allí para llevar alimentos, agua, medicinas y otros artículos esenciales al enclave, donde los suministros se están agotando.

El coordinador de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, calificó la entrega de «un primer paso importante», pero subrayó la necesidad de un acceso continuo y seguro para que la ayuda llegue a las personas necesitadas.

«La población de Gaza ha soportado décadas de sufrimiento. La comunidad internacional no puede seguir fallándoles», afirmó.

Los suministros del convoy incluyen alimentos, agua, medicinas y combustible.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) declaró que en el convoy viajaban tres camiones con 60 toneladas métricas de alimentos de emergencia.

El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) señaló que el convoy también incluía más de 44.000 botellas de agua potable, que sólo son suficientes para 22.000 personas durante un día.

La organización humanitaria destacó que la capacidad de suministro de agua en Gaza se encuentra al 5% de los niveles normales, y que los casi 2,3 millones de habitantes de Gaza sobreviven actualmente con tres litros de agua por persona y día.

UNICEF también señaló que alrededor de un millón de personas se han visto desplazadas, de las cuales aproximadamente la mitad son niños, muchos de los cuales se encuentran ahora en refugios superpoblados donde el acceso limitado al agua, el saneamiento y la higiene ponen en peligro la vida de los más pequeños ante los brotes de enfermedades.

La directora ejecutiva del UNICEF, Catherine Russell, defendió la necesidad de proteger a los niños y de que el personal humanitario tenga acceso seguro para llegar hasta ellos y sus familias.

«Por encima de todo, todas las partes deben proteger incondicionalmente a todos los niños y niñas contra cualquier daño y ofrecerles la protección especial a la que tienen derecho, de conformidad con las obligaciones que impone el derecho internacional humanitario», dijo.

La comunidad internacional debe continuar trabajando para garantizar que la ayuda llegue a las personas necesitadas, y que el personal humanitario tenga acceso seguro para llevar a cabo su labor.