Washington y Londres llevan a cabo una acción militar conjunta en respuesta a los ataques de los hutíes contra barcos en el mar Rojo

Los hutíes responden con una manifestación masiva y amenazan con represalias

La situación en Yemen se ha agravado notablemente en las últimas horas, tras la realización de una acción militar conjunta por parte de Estados Unidos y Reino Unido contra los rebeldes hutíes.

El presidente estadounidense, Joe Biden, ha anunciado que las fuerzas militares de su país, junto con las británicas y con el apoyo de Australia, Baréin, Canadá y los Países Bajos, han llevado a cabo con éxito ataques contra varios objetivos en Yemen utilizados por los rebeldes hutíes.

Estos ataques se producen en respuesta a los ataques «sin precedentes» de los hutíes, que este jueves lanzaron un misil balístico con el objetivo de golpear las rutas de navegación del Golfo de Adén, una vía estratégica para el transporte del petróleo proveniente del golfo Pérsico.

Aunque el último ataque hutí no provocó daños a un buque comercial, sí aumentó la preocupación de los países que utilizan esa ruta comercial.

El mandatario estadounidense ha indicado que este constituye el vigésimo séptimo ataque lanzado por los hutíes contra buques comerciales que transitan el mar Rojo y el golfo de Adén.

«La respuesta de la comunidad internacional a estos ataques imprudentes ha sido unida y decidida», subrayó el presidente estadounidense.

La respuesta de los hutíes no se ha hecho esperar. En una manifestación masiva celebrada en la capital yemení, Saná, los rebeldes han declarado la «guerra abierta» a Estados Unidos y Reino Unido.

Los hutíes, que respaldan a la organización terrorista palestina Hamás, afirman que están atacando a buques vinculados a Israel en represalia por su intervención en la Franja de Gaza.

El Gobierno británico ha insistido en que las acciones militares contra los hutíes han sido en defensa propia y para garantizar la seguridad del transporte marítimo comercial.

La escalada militar en Yemen aumenta la preocupación por una posible guerra regional.