Las medidas del nuevo presidente nigeriano han impulsado los mercados, pero también han encarecido el coste de la vida y suscitado las críticas de muchos ciudadanos que se han enfrentado a años de mala gestión económica.

Tras menos de un mes en el cargo, el presidente de Nigeria, Bola Tinubu, ha empezado a aplicar una serie de reformas para sacar a la mayor economía de África, en términos de PIB nominal, de casi una década de letargo. 

Los cambios sugieren una vuelta a la ortodoxia económica, reflejando cambios similares en países como Turquía y Colombia, donde los mercados han subido de forma parecida al señalar las autoridades que renunciaban a algunas políticas económicas impopulares entre los inversores, según recoge Bloomberg.

Principales reformas

Los cambios han sido radicales: desde la supresión de la subvención del combustible (que costaba al Estado 10.000 millones de dólares al año), hasta la destitución del controvertido gobernador del Banco Central del país, así como ponerle fin a las restricciones sobre el tipo de cambio de la naira, la moneda de Nigeria.

«La supresión de los subsidios al combustible y las reformas cambiarias contribuirán en gran medida a mejorar las cuentas fiscales y exteriores y a reducir las distorsiones que se venían acumulando desde hace años», declaró Gordon Bowers, analista londinense de Columbia Threadneedle Investments. «Estas reformas se consideraban las mínimas necesarias, por lo que es positivo que Tinubu pueda centrar ahora su atención en el crecimiento y en las reformas que aumenten la productividad para elevar significativamente la tasa de crecimiento potencial de Nigeria», agregó.

Tras la destitución el 9 de junio de Godwin Emefiele, gobernador del Banco Central de Nigeria desde 2014 y al que aún le quedaba un año de mandato, las acciones y los eurobonos nigerianos ampliaron este jueves las ganancias iniciadas. Los inversores interpretaron su destitución, y posterior detención, como una prueba de que Tinubu busca adoptar un enfoque más favorable a los mercados que su predecesor, Muhammadu Buhari. 

La Administración de Buhari entre 2015 y 2023 llevó a Nigeria a dos recesiones. La inflación alcanzó un máximo histórico de 18 años del 22,22%, y el perfil de la deuda del país se disparó a más de 150.000 millones de dólares, también un récord, según la Oficina de Gestión de la Deuda.

Efectos negativos

Las nuevas medidas de Tinubu han disparado los mercados, haciendo que las acciones de la mayor economía de África alcancen su nivel más alto en 15 años. Pero también han incrementado el coste de la vida y han suscitado las críticas de muchos nigerianos que se han enfrentado a años de mala gestión económica.

De momento, los efectos negativos de los ajustes los está sufriendo la moneda y los propios nigerianos. Este jueves, la naira cerró a 702,19 por dólar en la Bolsa de Valores FMDQ, frente a los 465 del día en que Tinubu asumió el cargo.

Asimismo, su decisión de abolir inmediatamente las subvenciones a los combustibles (aunque se considera una necesidad fiscal) triplicó el precio de la gasolina, disparando las facturas del transporte. 

Joseph Essien, un taxista de Lagos de 47 años, dijo a The Guardian que había dejado de trabajar porque ya no obtenía ningún beneficio tras la subida del precio de la gasolina. Dijo que solía gastar unas 5.000 nairas (10,74 dólares) al día en combustible, suficiente para una jornada de ocho horas y algo de la siguiente. La semana pasada gastaba unas 15.000 nairas (32,22 dólares) en combustible que apenas le duraba un día.

«Es la realidad la que nos está alcanzando», afirma Cheta Nwanze, de SBM Intel, con sede en Lagos. «Estamos llegando a un estado de cosas más realista, de modo que tenemos una idea más justa de la cantidad de trabajo que hay que hacer para cubrir la brecha».

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