La enviada de Estados Unidos para comprobar la situación en Nagorno Karabaj, Samantha Power, ha presentado las conclusiones de su visita en estos días a ese territorio y ha urgido a que se permita cuanto antes la entrada de ayuda internacional independiente.

«Las personas que están huyendo están en una situación horrorosa. Algunas presentan síntomas de desnutrición, están traumatizadas y exhaustas», ha relatado Power en la frontera entre Armenia y Azerbaiyán, al tiempo que ha anunciado además que Estados Unidos va a destinar 11 millones y medio de dólares al envío de comida, ayuda psicológica y medios para la reunificación de familias.

«Hemos escuchado testimonios muy preocupantes sobre violencia contra civiles y, viendo las experiencias de quienes están huyendo, creemos que esto no ha hecho nada más que comenzar», ha concluido Power.

La ayuda estadounidense se sumará los 5 millones anunciados por la Unión Europea, en cuyo caso destinará parte de ese dinero a proveer refugio, alimentos y ayuda de primera necesidad a quienes están huyendo de la región y parte se canalizará a través de la Cruz Roja para ayudar a quienes siguen dentro del territorio ahora controlado totalmente por Azerbaiyán.

20 muertos por una explosión mientras huían hacia Armenia

La explosión de un depósito de combustible en Nagorno Karabaj ha dejado esta pasada madrugada al menos 20 muertos y 290 heridos, muchos de ellos de gravedad. Aún se desconocen las causas del suceso que se ha producido en un lugar en el que esperaban cientos de ciudadanos que querían llenar los depósitos de sus coches para marcharse a Armenia por temor a represalias por parte de Azerbaiyán una vez que este país ha recuperado el control total de ese territorio.

Además de los heridos en estado crítico hay también personas desaparecidas, por lo que no se descarta que el número de víctimas pueda aumentar con el paso de las horas. El gobierno de Armenia ha anunciado el envío de equipos médicos y medicinas, y también Azerbaiyán ha asegurado que enviará material sanitario para socorrer a los heridos. La Cruz Roja ha confirmado que hay cientos de personas afectadas por quemaduras.

Según los datos del gobierno de Armenia, más de 19.000 personas han huido ya del territorio de Nagorno Karabaj, lo que supone más del 15% de armenios residentes en esa región, los cuales no se fían de las promesas de Azerbaiyán de que no utilizará la represión contra ellos. Algo más de 3.000 han pedido ayuda al Estado al no tener familiares a los que acudir, y las autoridades armenias están gestionando la primera ayuda en Kornidzor, una ciudad fronteriza con Azerbaiyán.

EEUU pide una misión internacional

El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, se ha mostrado partidario en las últimas horas del envío de una misión internacional que garantice la estabilidad en Nagorno Karabaj. «Somos partidarios de que haya una misión internacional que aporte transparencia, seguridad y confianza a los residentes de Nagorno Karabaj», ha dicho Miller.

El territorio es ahora mismo epicentro también de tensiones geopolíticas, ya que en él actúan fuerzas de paz rusas en medio de la tensión creciente entre Armenia y Rusia, tradicionales aliados que ahora viven un momento diplomático convulso por la insinuación por parte del gobierno armenio de que Rusia no ha impedido que Azerbaiyán tomara el control del territorio. En paralelo, Turquía ha escenificado estos días su cercanía con Azerbaiyán y su respaldo a la ofensiva militar de Bakú.

Estados Unidos ha pedido que se mantenga el alto el fuego para garantizar que la ayuda humanitaria llegue a los ciudadanos de la región que aún permanecen en ella y ha propuesto la creación de una ruta segura que facilite la huida a quienes quieran abandonar Nagorno Karabaj. De hecho, Power ha avisado de que la llegada de observadores y ayuda internacional es «crítica» y ha mostrado el respaldo de la administración dirigida por Joe Biden al pueblo armenio.

Rusia ha contestado a la predisposición del gobierno estadounidense para que se cree esa fuerza internacional de paz para Nagorno Karabaj, algo que para Moscú sólo será viable si Azerbaiyán da su visto bueno.