Este jueves en la entrevista de Encuentro con Julio Villagrán, el representante de la Mesa por la Soberanía Alimentaria, Adalberto Blanco, reveló que El Salvador es un país altamente dependiente ya que el 80% de frutas y verduras que consume son importadas, resaltando la falta de políticas públicas y cercanía por parte del Ministerio de Agricultura.

“Hemos perdido la autosuficiencia de maíz en el país, las políticas que hemos visto son pro exportación, no se han visto que vayan a beneficio de la agricultura un sector que genera empleos y alimentos a la población”, agregó.

Blanco detalló que en el año 1975 se importaba un 5% de arroz que se consumía en el país, ahora se importa un 90% de arroz, esto se debe en parte a apuestas de modelos económicos que se han implementado. Asimismo, informó que se importa el 60% de frijol y 40% de maíz, por lo que se ha roto récord en importación de más de 790 millones de kilógramo de maíz, “esto pone en riesgo a los consumidores, no sabemos con que se cultiva”.

“A 2 años el Gobierno impulsó el Plan de despegue Agropecuario, aprobado el fideicomiso $650 millones para maíz y frijol y $650 millones para café, hasta la fecha no se ha visto nada, lo que se ha visto es la reducción para paquetes agrícolas”, señaló.

Además, informó que se ha reducido el presupuesto asignado para los paquetes agrícolas, ya que en el 2022 habían $19 millones, ahora ese dinero sólo alcanza para 60 mil paquetes, mientras antes se entregaban más de 400 mil paquetes agrícolas en el país. También, se suma que los productos lácteos se importan desde Nicaragua, la producción de ganado ha bajado, situación que se agrava por la sequía.

“El país tiene características y si puede producir durante el año, la gente campesina ha cultivado ante sequías, inundaciones y guerra, siempre ha hecho la lucha, no tenemos políticas públicas, hemos visto un Ministerio de Agricultura alejado de la gente”, afirmó Blanco.

Ante esta situación, dio a conocer que en el mes de Julio se tuvo la canasta básica urbana y rural más cara de la historia en El Salvador, la rural tuvo un costo $193.98 dólares, y la urbana 255.36 dólares, “si estas cifras las restamos al salario mínimo ya no dan para las demás necesidades que las familias tienen”, concluyó el representante de la Mesa por la Soberanía Alimentaria.