El presidente ruso, Vladimir Putin, ha negado que su gobierno pretenda escalar la guerra en Ucrania en una entrevista con el presentador estadounidense Tucker Carlson. La entrevista, la primera que Putin concede a un periodista occidental desde el inicio de la guerra, ha sido tildada por la prensa internacional como una plataforma para la propaganda del Kremlin.

Putin descartó que la relación con Estados Unidos dependa de un cambio en la presidencia del país norteamericano, y la atribuyó a la «idea de dominación» que, según él, tiene Estados Unidos sobre el mundo. Afirmó que, si bien tuvo buenas relaciones con George W. Bush y Donald Trump, no se trata de personalidades individuales, sino de las élites estadounidenses.

Sobre la guerra en Ucrania, Putin negó planes de escalada internacional y reiteró la narrativa del Kremlin sobre la necesidad de «desnazificar» el país. Se esperaba que Carlson, conocido por sus simpatías hacia Trump y Putin, presionara más sobre el expresidente estadounidense, pero Putin evitó dar mensajes que pudieran interpretarse como interferencia en las próximas elecciones de noviembre.

La visita de Carlson a Moscú

La visita de Carlson a Rusia ha sido objeto de gran atención mediática. El Kremlin la ha utilizado para desmentir el aislamiento de Rusia y promover su versión de la guerra en Ucrania. La prensa rusa ha seguido cada paso de Carlson, desde su entrevista con Putin hasta su visita a un McDonald’s ruso.

El acoso mediático obligó a Carlson a abandonar Rusia sin despedirse, por la noche y por la puerta trasera de su hotel. Se le vio sin equipaje y se negó a responder preguntas. Abandonó Moscú en un vuelo a Belgrado horas antes de la emisión de su entrevista con Putin.