Rusia negó este viernes que haya firmado un acuerdo militar con Corea del Norte, pero al mismo tiempo propuso una alianza a tres bandas junto con Bielorrusia.

El presidente ruso, Vladimir Putin, recibió al líder bielorruso, Alexandr Lukashenko, en el Kremlin en el mismo día en que el dictador norcoreano, Kim Jong-un, continuaba su visita oficial a Rusia.

«Corea del Norte es nuestro vecino y nosotros construimos buenas relaciones con nuestros vecinos», dijo Putin. «No amenazamos a nadie», agregó.

Sin embargo, las autoridades rusas llevaron a Kim Jong-un a visitar varias fábricas de aviones militares y civiles, lo que alimentó las especulaciones sobre un posible acuerdo de cooperación militar.

Kim Jong-un también se trasladó a Vladivostok, donde inspeccionará las capacidades de la flota militar rusa, que tiene en ese puerto una de sus sedes principales.

Todas estas reuniones y mensajes sobre armamento han venido acompañadas de un anuncio del ministerio de Defensa de Rusia, que ha confirmado que va a reforzar las capacidades de su flota.

La Armada rusa va a reforzarse este mismo año con doce nuevos barcos, incluidos dos submarinos nucleares, así como con drones subacuáticos.

Rusia refuerza su capacidad marítima después de que su flota del Mar Negro y distintos astilleros de la península de Crimea, hayan sido objetivo de los ataques aéreos del ejército ucraniano en las últimas semanas.

La posible alianza militar entre Rusia, Corea del Norte y Bielorrusia sería un nuevo desafío para las potencias occidentales, que ya están preocupadas por la invasión rusa de Ucrania y el apoyo de Moscú a Bielorrusia en la represión de las protestas antigubernamentales.