La relatora especial de la ONU sobre la libertad de opinión y de expresión, Irene Khan, ha denunciado que defensores de derechos humanos y periodistas en Honduras siguen expuestos a un alto riesgo de violencia, ataques en línea y de género, intimidación, campañas de desprestigio y acoso judicial.

Khan, que realizó una visita oficial al país entre el 24 y el 29 de octubre, señaló que el sistema legal y judicial hondureño no ha logrado garantizar la justicia y la rendición de cuentas por los delitos más graves y las amenazas a estos colectivos.

«Los hondureños que trabajan en temas relacionados con la tierra, el medio ambiente, la corrupción, el crimen organizado y los conflictos agrarios y mineros siguen expuestos a un alto riesgo de violencia, ataques en línea y de género, intimidación, campañas de desprestigio y acoso judicial», declaró Khan.

La experta señaló que casi todos los periodistas con los que se reunió denunciaron que las medidas ofrecidas por el Mecanismo de Protección para Defensores de Derechos Humanos y Periodistas (MDPDP) son inadecuadas.

«La intimidación ha alcanzado un nivel tan alto que se sienten obligados a autocensurarse para protegerse a sí mismos y a sus familias», afirmó Khan.

La relatora especial hizo una serie de recomendaciones al Gobierno de Honduras, entre ellas:

• Revisar a fondo el MDPDP para garantizar que sea efectivo en la protección de los defensores de derechos humanos y periodistas.

• Adoptar medidas para prevenir la violencia y las amenazas contra estos colectivos.

• Despenalizar los delitos contra el honor (injurias y calumnias) y revisar el delito de usurpación.

• Adherirse al Acuerdo de Escazú para fortalecer el acceso a la información, promover la participación ciudadana y proteger a los defensores de los derechos humanos ambientales.

Khan también celebró la derogación de la Ley de Secretos Públicos, que limitaba el acceso a la información pública, y animó al Gobierno a seguir ampliando el acceso a la información, también para las comunidades marginadas e indígenas.

La relatora especial concluyó que la libertad de expresión es «una herramienta vital para avanzar en las metas de desarrollo sostenible y democracia inclusiva».