El líder supremo de Irán, Alí Jamenei, ha pedido este miércoles a los países árabes que dejen de exportar productos como petróleo y comida a Israel. En una intervención televisada, Jamenei además se ha referido a los países occidentales, a quienes acusa de no tener «vergüenza» por llamar terroristas a los miembros de Hamás.

Jamenei ha hecho referencia a las protestas de ciudadanos en las calles de varias ciudades europeas por la ofensiva de Israel, que ha puesto como ejemplo de que algunos gobiernos están perdiendo credibilidad en las sociedades occidentales. Aun así, ha dejado una advertencia contra algunos países: «El mundo musulmán no debería olvidar que en el caso de Gaza, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido se han situado frente al pueblo palestino oprimido, no sólo ha sido el régimen sionista», ha concluido.

Mientras tanto, el ministro iraní de Exteriores está hoy en Ankara, donde se ha reunido con su homólogo turco para evaluar la situación en la Franja de Gaza. Allí ha avisado de que «si los ataques de Israel sobre Gaza continúan, habrá consecuencias duras». El embajador ha augurado que «no pediremos permiso» para actuar en tierras que Irán considera «un hogar».

Bolivia rompe relaciones con Israel

Al tiempo que Estados Unidos mantiene un apoyo sin fisuras a Israel, y que la Unión Europea no es capaz de pedir un alto el fuego, los países de América Latina están convirtiéndose junto a los árabes en el principal bloque de rechazo a los bombardeos de Israel.

Esta pasada noche, Bolivia ha anunciado la ruptura de relaciones con Israel; un acto que el gobierno hebreo califica de «rendición frente al terrorismo y al régimen del ayatolá de Irán», según ha respondido el ministerio de Exteriores israelí en un comunicado.

La ministra de Presidencia boliviana, María Nela Prada, ha anunciado esta decisión al tiempo que ha pedido el cese de los ataques en la Franja de Gaza. «Rechazamos el hostil tratamiento israelí hacia los responsables internacionales de brindar ayuda humanitaria de Gaza», ha argumentado Prada para justificar la decisión de Bolivia.

Poco después, Israel ha respondido que con este paso «Bolivia se pone del lado de la organización terrorista de Hamás» y añade que «desde el cambio de gobierno en Bolivia, las relaciones entre ambos países han quedado vacías de contenido». En paralelo, los gobiernos de Colombia y de Chile han llamado a consultas a los embajadores de Israel por los ataques contra el pueblo palestino.

Varios países latinoamericanos han exigido un alto el fuego antes de que lo hagan potencias occidentales como la Unión Europea o Estados Unidos, quienes no han dado ese paso todavía. Además del colombiano Gustavo Petro o el chileno Gabriel Boric, también el brasileño Lula da Silva ha mostrado su rechazo porque «nadie asuma la responsabilidad» de la muerte de niños en Gaza.