El Gobierno de Argentina ha anunciado la prohibición del lenguaje inclusivo y la perspectiva de género en toda la administración pública, siguiendo la línea del Ministerio de Defensa que ya había tomado una medida similar. El argumento es que este tipo de lenguaje «se ha utilizado como negocio de la política».

El portavoz presidencial, Manuel Adorni, explicó que la medida implica que las administraciones no podrán utilizar lenguaje de género neutro o símbolos como la arroba (@) o la equis (x). También se evitará «la innecesaria inclusión del femenino», según Adorni, quien defiende que el idioma castellano ya contempla a todos los sectores.

«El lenguaje que contempla a todos los sectores es el que utilizamos en la lengua castellana, es el español», ha justificado Adorni, que no ve necesario introducir nuevas «estructuras» para dar cabida a otras sensibilidades.

El ministro de Defensa, Luis Petri, ya había establecido el lunes la «obligatoriedad del idioma castellano, conforme a las normas de la Real Academia Española», con el objetivo de «eliminar formas incorrectas del lenguaje» que puedan «generar una interpretación errónea» y afectar incluso al desarrollo de operaciones militares.

«Las comunicaciones en el ámbito de la Defensa Nacional deben ser breves, claras y concisas de acuerdo con lo que establecen los reglamentos militares correspondientes», recoge una resolución del Ministerio, que advierte con medidas contra quienes incumplan estas nuevas directrices.

La medida ha generado reacciones encontradas. Algunos sectores la celebran como una vuelta a la «normalidad lingüística», mientras que otros la critican como un ataque a la inclusión y la diversidad.